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28/11/2025 - Al veranito financiero se le suma un impensado rebote de la economía: ¿todo sigue igual de bien?

El dato del EMAE, mostrando que la economía finalmente no cayó en recesión sino que, por el contrario, se expandió, fue la "frutilla del postre" para el oficialismo. Al "veranito" financiero se le sumó que el nivel de actividad, al menos en parte, no sufrió el ruido político. Llamó la atención porque todos los consultores tenían una variación negativa. Incluso el Indec tuvo que salir a explicar los cambios que había hecho hacia atrás. Algunas dudas quedaron. Como sea, que la economía pueda terminar este año con un crecimiento del 4,5% no es para nada despreciable en medio del torbellino político que hizo tambalear al gobierno de Javier Milei.

El debate sobre el impacto de esta clase de crecimiento (muy heterogéna) está latente: la industria y construcción siguen abajo contra el promedio de 2023, con rojos del 9% y 22% respectivamente. Pero los consultores esperan algún efecto derrame que, más tarde o más temprano, pueda al menos estabilizar estos sectores que son mano de obra intensiva. Los últimos despidos y cierres de empresas, con el caso paradigmático de Whirlpool a la cabeza, no encienden alarmas en el oficialismo. "Es lógico y previsible que algunos sectores tengan que reconvertirse. Es sano que suceda. Al final del camino es mejor para la Argentina", dijo una fuente oficial sin destacar los más de 200 despidos. "Pasa en todos lados", refirió al pasar.

El Gobierno mira para adelante y no para atrás y se entusiasma. "La economía habría atravesado las tensiones preelectorales y el período de tasas de interés elevadas mejor de lo previsto, aunque aún falta el dato de octubre, donde podría registrarse una leve caída. Tras las elecciones, los indicadores líderes y la información de alta frecuencia, junto con un nivel de tasas casi normalizado, señalan una reactivación más firme, por lo que es probable que el cuarto trimestre resulte más dinámico que el tercero", sostiene el banco CMF.

Según el IGA-OJF de octubre, creció 0,7% respecto de septiembre. De esta manera, el índice de actividad muestra un crecimiento interanual del 4,6% a octubre. De cara a 2026, CMF proyecta un crecimiento cercano a 3% con retorno del avance del crédito y "mejoras en los sectores rezagados, en particular la industria, la construcción y el comercio". Se verá.

Mientras tanto, el mercado sigue palpitando el retorno de Luis Caputo a los mercados internacionales, algo ahora puesto en duda con el riesgo país que no baja de 650 puntos. La discusión en torno a si hay que esperar que la ventana se abra más o no ya está instalada. Tal como contó El Economista, el plan A de Caputo es lanzar un tender offer (canje de deuda) antes del vencimiento del 9 de enero y el otro es utilizar un REPO por US$ 5.000 millones para pagar. Pero no tomarían más porque la obsesión oficial es mostrar que la Argentina puede caminar sin el andador de Scott Bessent.

Hay algo que monitorea Caputo: la potencial demanda de inversores locales para una emisión de deuda en dólares. Las transacciones de corporativos y la de CABA contaron con una fuerte presencia de inversores de la Argentina, tanto retail como FCI, bancos y compañías de seguro. "Hay mucha demanda de inversores argentinos que pueden ayudar en una eventual transacción. Esto lo sabe el equipo económico", contó el gerente comercial de una ALyC que trabajó con los últimos emisores corporativos que estuvieron saliendo al mercado internacional.

En el mundo de los pesos, el Tesoro también sigue con viento a favor. Enfrentaban vencimientos con privados por $14,5 billones, los cambios en los encajes y el regreso al menú de un título con menos de 3 meses de plazo remanente permitieron que el Tesoro consiga un rollver muy cercano a 100% sin la necesidad de ofrecer premios considerables con respecto al secundario. La próxima licitación, la última en el calendario 2025, será el 11 de diciembre y el Tesoro enfrentará vencimientos con privados por alrededor de $13,1 billones (los vencimientos totales son de $40 billones, pero se estima que en conjunto el BCRA y el FGS tienen el 50% de los TZXD5 y casi el 90% de los T15D5).

El Gobierno sigue sin un plan para comprar reservas y continúa la "compra hormiga". Según la consultora 1816, el Tesoro compró alrededor de US$ 40 millones en el mercado de cambios el miércoles 19 y acumuló US$ 90 millones entre el martes y el miércoles de la semana pasada.

Las series estadísticas del Informe Monetario Diario indican que "otras operaciones con el Tesoro Nacional" expandieron la Base Monetaria en $ 63 mil millones, monto similar a lo que cayeron los depósitos del Gobierno en pesos en el BCRA y lo que subieron las tenencias de dólares del fisco ese día. "Contando las operaciones del martes y miércoles pasado, en las primeras 13 ruedas de un mes récord en cuanto a emisiones de deuda corporativa y provincial en el exterior, el Tesoro habría comprado alrededor de US$ 220 millones en el MULC (sin contar lo que le compró al BCRA)", advierte 1816.

Si bien está años luz de la meta de reservas con el FMI (algo que incumplirá), el Gobierno puede mostrar una circunstancial suba de las reservas. El miércoles subieron 700 millones por el ingreso de los dólares del bono porteño. "Los tenemos en dólares en nuestra cuenta en Banco Ciudad. La norma dice que tenemos 6 meses para vender porque habla de obligación de vender antes del pago de cupón y el pago es a los 6 meses", indicaron fuentes porteñas.

En realidad, suben las reservas brutas. El Banco Ciudad, cuando le ingresan los dólares, los inmobiliza (no los presta porque están en la cuenta a la vista del Gobierno de la Ciudad), y se los entrega al Central como encaje. El encaje es del 100% y suben las reservas brutas, no las netas que juegan para ver si el BCRA se acerca a la meta con el FMI. A los efectos prácticos, al Banco Central no le cambió nada porque los dólares son de la Ciudad y van a seguir siguiendo de la Ciudad hasta que los vaya liquidando de acá a los próximos seis meses.

El Gobierno llega al último mes del año con el dólar fuera de la tapa de los diarios y con un rebote de la economía impensado hace algunos pocos meses. Nada mal considerando que, tras el 7 de septiembre, tembló todo.

Fuente: El Economista